2009-10-20

"MEJORA" DEL MONTE

Por Mario Quevedo

El encabezado de este comentario es un término repetido a menudo cuando se habla de gestión de hábitat. Alguien debió pensar algún día que sonaba bien, que sonaba comercial.

A mi siempre me ha sonado arrogante. Creo que mejorar el monte no está al alcance de una especie concreta. No obstante, lo que yo pueda opinar es poco importante. Más relevante es echar un vistazo a mejoras del monte tal y como se llevan a cabo. Así todos sabemos de lo que estamos hablando. Así cada uno se forma una opinión informada.




Esta imagen corresponde a actividades de mejora del monte. No menos relevante es saber qué monte se está mejorando: la imagen corresponde al Puerto del Connio (Cangas del Narcea). Valle arriba, la Reserva Integral de Muniellos. Valle abajo, "al sur" de la foto, Moal. Si alguien interesado en la conservación del medio natural no conoce el entorno de Muniellos, recomiendo una visita. En mi subjetiva opinión, uno de los lugares donde más arrogante y eufemístico suena eso de mejorar el monte


Parece ser que la actuación corre a cargo de la Dirección General de Política Forestal del Principado de Asturias. Así todo, sería interesante averiguar quién y para qué considera que semejantes actuaciones mejoran el monte. Sería interesante oir una explicación medianamente científica de los fundamentos.

Parece ser también que el fin último es una reforestación. Sería interesante saber entonces quién ha olvidado el concepto de sucesión ecológica y, una vez olvidado este, quién ha olvidado también la facilitación. Suelo incluir en estos comentarios las referencias científicas correspondientes; en este caso cualquier libro de texto de ecología general sirve (e.g. Smith RL, Smith TM. 2001. Ecología. Addison Wesley; Molles MC. 2006. Ecología, Conceptos y Aplicaciones. McGraw-Hill). Estos conceptos son básicos para biólogos y forestales; no es tolerable que los responsables de las administraciones de Montes y Medio Ambiente los olviden o desprecien.

En la línea de esta última actuación oficial tenemos numerosos ejemplos anteriores; uno de los más espectaculares se recoge en la siguiente imagen, tomada en mayo de 2005 en los montes de Llamera (Cangas del Narcea). La mejora del monte fue también cortesía de la DG de Montes asturiana (sustitúyase "Montes" por el nombre que tuviera en su momento). Me pregunto que hacían mientras tanto los responsables de Medio Ambiente. En cualquier caso, acciones como esta definen el nivel de los respectivos responsables.


Estropicios de semejante calibre, en este caso sobre la orla de abedular, son inaceptables. No sólo se reduce la superficie forestal, ya de por sí escasa en la Cordillera (e.g. García et al. 2005), sino que se lleva por delante hábitat potencial de cría de urogallos (e.g. Bañuelos et al 2008). En la foto se puede apreciar la proximidad de la misma al cantadero Campa El Chebornal, en la parte derecha de la imagen, bajo la campera. El insulto a la inteligencia y la sensibilidad es obvio.

El sentido común debería bastar para calibrar la actuación de la imagen. Si este falla, podría servir con consultar cualquier recomendación existente relativa a la gestión del urogallo cantábrico (e.g. Estrategia para la Conservación del Urogallo Cantábrico etc.). Y sólo insisto en el urogallo por ser el objeto de este sitio web, no porque sea la única especie perjudicada por el deterioro constante del ecosistema montano de la Cordillera.

Como lamentablemente habrá más oportunidades, comentaré en otra ocasión y con cierto detalle algunos aspectos relacionados con la cantidad y calidad de la matriz de hábitat no forestal, objetivo prioritario de las actuaciones de mejora o de creación de pastos...

Referencias completas:
  • García D, Quevedo M, Obeso J, Abajo A (2005) Fragmentation patterns and protection of montane forest in the Cantabrian range (NW Spain). Forest Ecology and Management 208:29-43
  • Bañuelos MJ, Quevedo M, Obeso JR (2008) Habitat partitioning in endangered Cantabrian capercaillie Tetrao urogallus cantabricus. Journal of Ornithology 149:245-252
 

2009-10-07

De venenos y desequilibrados

Por Mario Quevedo

Las leyes relacionadas con la conservación de la naturaleza no tiene el mismo peso que el resto. Ni en la práctica por el escaso compromiso en su aplicación por parte de las autoridades, ni en la mentalidad colectiva.

Las leyes que afectan al patrimonio de las personas definen claramente el límite entre el bien y el mal. Las que afectan al patrimonio colectivo y, más concretamente, a la naturaleza se pueden interpretar, relajar o ajustar para acomodar "prácticas tradicionales".

Una vulneración clásica, repetida de la ley es la colocación de veneno en el campo. Recientemente, la enésima noticia, afectando en este caso al oso pardo. Otro oso envenenado en la montaña palentina. Asumo que en este caso las autoridades estarán trabajando, sobre todo desde la publicación en la prensa del inaudito retraso en la tramitación del informe toxicológico.

Aparte de la existencia de un delito y de una sangría de osos (dado el tamaño de la población oriental, dudo que esto sea discutible), surge una aparente división entre agentes sociales y organizaciones que a priori comparten objetivos comunes. Me explico: leo estos días una noticia el la web de la Fundación Oso Pardo:

http://www.fundacionosopardo.org/ficha.cfm?idArticulo=536


La noticia, titulada Preocupación por los venenos en la Cordillera Cantábrica incluye en su primer párrafo una referencia poco amistosa al sector ecologista y un cierto guiño al sector cinegético. Desconozco los antecedentes que llevan a esto, pero me resulta un poco chocante que una noticia con semejante título empiece así.

Pero lo que me descoloca completamente es el último párrafo. Cita textual:
Todos los indicios apuntan a que la presencia de veneno en la Cordillera Cantábrica se utiliza para combatir la presencia de lobos, aunque no cabe descartar que algún desequilibrado también lo esté utilizando.

Existen al menos dos posibles explicaciones a la frase anterior:
1)refleja un relajo en la exigencia de la aplicación de las leyes de protección del medio natural, y/o cierta comprensión por el furtivo y alimañero tradicional.
2)refleja un momento desafortunado en la redacción. Esta posibilidad, comprensible y deseable, tiene facil arreglo.

Una reflexión por si estamos ante el escenario 1): no es la primera vez que ocurre, posiblemente no será la última, pero asociar a los lobos con el envenenamiento de otras especies es inaceptable. El que pone veneno en el campo es un criminal, tanto desde el punto de vista legal como conservacionista. El hecho de que pueda estar desequilibrado sólo modifica la modalidad de confinamiento deseable.

Ya en el campo subjetivo, es a mi juicio además un ser menor, un despojo, una extinción deseable.

Asociar a los lobos con problemas de conservación supone además dar la espalda a la Biología de la Conservación, esa disciplina de la biología que estudia cómo y cuando aplicar la ciencia a la práctica de la gestión del medio natural. Desde Aldo Leopold hace más de medio siglo, hasta la constatación empírica reciente, el papel de los grandes predadores en el funcionamiento y conservación de los ecosistemas está más allá de la duda (e.g. Berger 1999; Terborgh et al 2001; Ripple y Beschta 2004).

Estaría bien que los implicados de una forma u otra en la conservación de la naturaleza en España no lo olvidáramos.

Las referencias completas son:

- Berger J (1999) Anthropogenic extinction of top carnivores and interspecific animal behaviour: implications of the rapid decoupling of a web involving wolves, bears, moose and ravens. Proceedings of the Royal Society B: Biological Sciences 266:2261-2267
- Leopold A (1949) A Sand County almanac, and sketches from here and there. Oxford University Press, New York.
- Ripple WJ, Beschta RL (2004) Wolves and the ecology of fear: Can predation risk structure ecosystems? Bioscience 54:755-766
- Terborgh J, Lopez L, Nunez P, Rao M, Shahabuddin G, Orihuela G, Riveros M, Ascanio R, Adler GH, Lambert TD, Balbas L (2001) Ecological meltdown in predator-free forest fragments. Science 294:1923-1926

2009-10-05

Urogallos y pistas forestales

Por Mario Quevedo

En biología de la conservación es frecuente discutir los posibles efectos negativos de la humanización del hábitat sobre las especies de interés. Aparte de las actividades obviamente destructivas, aquellas que reducen la cantidad y calidad de hábitat disponible de forma significativa, existen otras cuyos efectos no siempre son directos. La apertura de pistas forestales es un ejemplo claro de estas últimas, puesto de manifiesto en numerosos estudios generales.

Recientemente un estudio llevado a cabo en Escocia (Summers et al. 2007) le ha puesto números a esos efectos indirectos de la presencia de pistas forestales sobre la pérdida de hábitat para el urogallo. Los autores encontraron que los urogallos utilizaban menos el hábitat cerca de las pistas (utilizadas por vehículos y excursionistas), y estimaron que el porcentaje del hábitat forestal evitado por los urogallos oscilaba entre 1 hectárea por cada 46 metros de pista y 1 ha por cada 82 metros de pista. Esos resultados se traducen en los bosques estudiados (Glenmore y Abernethy) en una disminución del hábitat efectivo entre el 21 y 41%.  

La referencia original es:

Summers RW, McFarlane J, Pearce-Higgins JW (2007) Measuring Avoidance by Capercaillies Tetrao Urogallus of Woodland Close to Tracks. Wildlife Biology 13:19-27