2012-03-03

Más osadía en conservación

Por Mario Quevedo

El título de esta entrada no es más que la traducción libre de una editorial aparecida en el número de Febrero de la revista científica Conservation Biology, que me ha dado pié a intentar divulgar y comentar alguna cosa que tenía en el tintero (la siguiente imagen contiene un enlace al artículo).

Antes de entrar en materia, un poco de contexto: Conservation Biology es una de las publicaciones periódicas de la Society for Conservation Biology, de origen estadounidense pero de ámbito global. Existe de hecho una Sección Europea de la SCB. Es ésta una sociedad de profesionales de la conservación, lo que incluye multitud de formaciones y extracciones y, por tanto, frecuente debate.

No se si los vaivenes de prestigio de las revistas científicas, bastante relacionados con su capacidad de adaptarse a los cambios y con la habilidad de los sucesivos editores-jefe, permitirán afirmar que Cons. Biol. sigue siendo la publicación por excelencia en Biología de la Conservación; pero sin duda es la pionera y una de la más conocidas. Como tal, su contenido muestra la tendencia en el pensamiento conservacionista de investigadores y gestores1.

¿Qué dice pues esa editorial reciente? La verdad es que empieza bien, sin coger prisioneros, sin perder el tiempo en fanfarria:
Should conservation targets, such as the proportion of a region to be placed in protected areas, be socially acceptable from the start? Or should they be based unapologetically on the best available science and expert opinion, then address issues of practicality later?
¿Deberían los objetivos de conservación, tales como la proporción de una región incluida en espacios protegidos, ser aceptables por la sociedad desde el principio? ¿O deberían en cambio basarse sin excusas en la mejor ciencia disponible y opiniones de expertos, y ocuparse más adelante de asuntos eminentemente prácticos?
Los autores centran el problema a escala global:
The pro-growth norms of global society foster timidity among conservation professionals, steering them toward conformity with the global economic agenda and away from acknowledging what is ultimately needed to sustain life on Earth
Las normas pro-crecimiento de la sociedad global promueven la timidez entre los profesionales de la conservación, conduciéndoles a la conformidad con la agenda económica global, alejándose de reconocer lo que realmente es necesario para sostener la vida sobre la Tierra 
Katapún. No se me discutirá fácilmente que estos chicos saben escribir. La verdad es que recomiendo la lectura del original; no es muy largo y siempre será mejor que mi selección de pasajes. Para resumir el espiritu del artículo, selecciono este pasaje:
 [...] Rather, conservation professionals must become part of the constituency that promotes life on Earth. Our task is not to be beaten down by political reality, but to help change it. Nature needs at least 50%, and it is time we said so.
Los profesionales de la conservación deben pasar a formar parte de los promotores de la vida sobre la Tierra. Nuestra tarea no es someternos a la realidad política, sino ayudar a cambiarla. La Naturaleza necesita al menos un 50% [de territorio protegido], y ya era hora de decirlo.  
Como el propio artículo indica, imagino que esta y otras ideas similares serán responsables de que al parecer algunos técnicos de la administración asturiana me consideren un "radical impresentable"2.
Ambitious targets are often considered radical and value laden, whereas modest targets are ostensibly more objective and reasonable
Los objetivos ambiciosos son a menudo considerados radicales y cargados de valores, mientras que objetivos modestos son considerados más objetivos y razonables
Supongo que un calificativo como "radical impresentable", proferido por personas a las que apenas conozco y con las que nunca he hablado, refleja que habrían preferido que mis opiniones salieran ya filtradas, matizadas tras contrastarlas por ejemplo con los gestores del medio rural, con las sociedades de cazadores, con los sindicatos agrarios y del carbón, etc. Habrían preferido entiendo recibir directamente una opinión tipo consenso.

Pero ocurre que el que suscribe opina lo que cree oportuno, en función de su formación y profesión. Opina además que el consenso es una idea sobrevalorada en sociedades democráticas, por su natural tendencia a prescindir de la potencial brillantez de ideas excéntricas3, y de primar a los más voceras o mejores negociadores - no necesariamente las mejores ideas. Entiendo que el consenso es necesario en situaciones extremas, para evitar por ejemplo violencia o injusticia manifiesta. Para todo lo demás, podría sustituirse por el concepto de votación libre y el anejo de aceptación de los resultados de tal votación.

Me explico con un ejemplo hipotético: un biólogo, como consecuencia de formación y profesión, le cuenta a un político que "lo bueno para tal ecosistema es tal tipo de gestión". A la vez, un sociólogo, por formación y profesión, le dice al político que "fijar población en tal municipio rural pasa por tal actuación o inversión no compatible con la conservación". El político hace luego su trabajo, i.e., política. Toma una decisión en función de la información disponible, y así se la transmite a la sociedad. Por ejemplo: "he decidido que la prioridad es fijar la población con tal actuación, en perjuicio de la conservación. En las próximas elecciones tienen uds. la oportunidad de refrendar o rechazar mi  gestión". La alternativa, por desgracia habitual, iría más en la línea del político haciendo malabares tipo "la información disponible nos dice que hemos de fijar la población compatibilizando la inversión con el desarrollo sostenible, el turismo, la conservación del ecosistema, y la paz mundial". Consenso.

Personalmente, y como consecuencia de mi formación y profesión, agradezco leer que la Biología de la Conservación debe pedir más. Para dar menos están otros. Y si algún responsable de gestión medioambiental cree que esto es radicalidad impresentable, que revise la definición de su profesión. O se vaya, como decimos los de Gijón, "a ver la ballena".

1Escribo esto con bastante frustración y amargura: en mi experiencia - y espero que alguien me contradiga con hechos pronto - debo dejar fuera de esta afirmación al promedio de gestor de medio ambiente español, alejado en su práctica de criterios científicos. Discutir por qué se escapa de mi intención en esta entrada.
2 La única razón de no acompañar la información de nombres y apellidos es que no me lo han llamado directamente, me llega vía terceros y, por tanto, necesitaría contrastar los hechos.
3Por ejemplo, en la sociedad Kikuyu de la Kenia precolonial de principios del S. XX, sería una idea excéntrica dejar de practicar amputaciones genitales en la pubertad. Supongo que de aplicar el principio del consenso entonces, muchos seguirían quedándose sin partes de su genitalia. Entiendo que una idea excéntrica contemporánea es que los cielos abiertos están destrozando comarcas del Norte de León.

1 comentario:

  1. Eres brillante Mario. Es un placer leerte, y a la vez me entero de un montón de cosas que de otra forma pasarían desapercibidas para mí. Ya sabes, haciendo un doctorado hay tantas cosas que leer que es fácil perderse cosas interesantes...
    Es una pena no haberte tenido de profesor, aunque me diste muy buenos conejos durante el campamento en Somiedo.
    Te animo a que sigas así. Un abrazo!

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Mario Quevedo